El ritmo de vida acelerado de la mayoría de las personas que vivimos en las sociedades contemporáneas nos llena de estrés, ansiedad y preocupaciones, lo que en muchas ocasiones nos lleva a ingerir alimentos de forma automatizada, sin darnos cuenta de que estamos comiendo por ansiedad o por estímulos que vienen de los medios de comunicación, incluidas las redes sociales.
Este comportamiento nos impide tener consciencia respecto a las necesidades reales de alimentación de nuestro cuerpo, y saciamos más nuestro estrés o ansiedad que las necesidades de alimentación.
Una propuesta que de unos años acá empieza a introducirse en nuestra forma de entender los alimentos y las necesidades de alimentación de nuestro cuerpo es conocida como mindful eating, también conocida como alimentación consciente. Es una tendencia derivada de la filosofía budista y de lo que se conoce como mindfulness.
El mindful eating nos invita a ser más conscientes de nuestro cuerpo para alimentarlo sólo cuando es necesario, y hasta donde sea necesario, y no cuando necesitamos despistar a nuestras emociones con alimentos.
Quienes promueven esta tendencia nos invitan a no ver el mindful eating como una dieta, sino como una forma de vida. A continuación te muestro siete postulados del mindful eating que adapté de la revista Healthy Living Guide:
1. Honra la comida
Intenta reflexionar en torno a dónde se cultivó la comida y quién la preparó. Cuando comas, hazlo sin distracciones para ayudar a que la experiencia de comer sea más profunda.
2. Activa todos los sentidos
Pon atención en los sonidos, colores, olores, sabores y texturas de la comida y reflexiona sobre cómo se siente al comer.
3. Sirve porciones pequeñas
Esto ayuda a evitar comer en exceso y desperdiciar alimentos. Usa un plato de comida de no más de 20 centímetros de ancho y llénalo sólo una vez.
4. Saborea bocados pequeños
Saborear en pequeñas mordidas y masticar lo suficiente puede ayudar a alentar el acto de comer y experimentar con mayor placer los sabores de la comida.
5. Come lentamente
Si comes despacio es más probable que detectes cuando te sientas satisfecha o satisfecho. Es recomendable que si te sientes satisfecho en un 80% pares de comer.
6. No te saltes comidas
Pasar demasiado tiempo sin comer aumenta el riesgo de un hambre intensa, lo que lleva a la elección de alimentos de manera rápida y sencilla, no siempre saludable.
7. Come a base de plantas
La producción de alimentos de origen animal, como la carne y los lácteos, tiene mayor impacto negativo en nuestra salud y en nuestro medio ambiente que los alimentos de origen vegetal.
Así que aquí tienes una herramienta más para enfrentar tu alimentación en el día a día.
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